Porque el campo es extenso y la mies abundante se necesitan obreros que dediquen sus horas y trabajo, su vida entera, para que la cosecha no se pierda.
Hoy nos dirigimos a Ti desde la vida de todos los sacerdotes (en particular por nuestro padre RAÚL) y desde la de aquellos que un día puedan serlo. Al darte gracias por su vida entregada, te pedimos que acojas nuestra súplica por ellos, con amor de Padre. Llámalos en tu bondad, envíalos con tu verdad y haz que sean sacerdotes santos, pastores según tu corazón.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario